A menudo escuchamos hablar de “ORDEN”. Debemos distinguir claramente a que tipo de orden se refiere cada orador.
Hay una gran diferencia entre un orden justo a un orden sangriento.
Este último es el que alimenta el odio, impone las reglas para someter al otro y se niega a si mismo. Cuando se pretende éste orden para gobernar bien, se equivocan porque es a la inversa: se debe gobernar bien para lograr un orden justo. Porque “no es el orden el que refuerza la justicia, sino la justicia la que da su certeza al orden” este debe confundirse con la verdad.
Hoy se habla del ORDEN SOCIAL “¿Éste orden es solo la tranquilidad en las calles, puentes o rutas?.¿Ese orden es la hegemonía de un gobierno?. En verdad debemos abogar por un orden equilibrado y armónico. Que cada ciudadano tenga una vida justa y libre. El principio superior es la justicia, si hay JUSTICIA HAY VERDAD, entonces hay ORDEN JUSTO.
Para lograr un orden justo, cada uno de nosotros debemos entregarnos al bien colectivo. Quizá resulte incómodo, pensar siquiera, el tener que renunciar a algo, para beneficiar a otro. Pero esto es así, si no respetamos la grandeza humana, estamos perdidos.
Es entendible que a consecuencia de la desconfianza generada por las malas acciones de algunos integrantes de los Partidos Políticos, condujeron a la sociedad a un clima reticente. Por lo cual muchos argentinos prefieren la soledad, el aislamiento a la participación democrática en alguno de los partidos. En la medida que no nos comprometamos a ejercer ciudadanía , la posibilidad de que se instale un NUEVO ORDEN JUSTO, se posterga en el tiempo. Es necesario el compromiso, el control ciudadano, es parte del ORDEN JUSTO. Este debe abarcar a todos para establecer un equilibrio entre gobernantes y gobernados.
Berta Nuñez
Publicado en La Antorcha , Setiembre 2006
“Ese ORDEN SUPERIOR es una NACIÓN EN PAZ consigo misma y con su destino, cada uno tendrá su parte de trabajo y de descanso, el obrero podrá trabajar sin amarguras ni envidia, el artista podrá crear sin atormentarse por la desdicha del hombre. Cada uno podrá meditar, en el silencio de su intimidad sobre su propia condición”
Hay una gran diferencia entre un orden justo a un orden sangriento.
Este último es el que alimenta el odio, impone las reglas para someter al otro y se niega a si mismo. Cuando se pretende éste orden para gobernar bien, se equivocan porque es a la inversa: se debe gobernar bien para lograr un orden justo. Porque “no es el orden el que refuerza la justicia, sino la justicia la que da su certeza al orden” este debe confundirse con la verdad.
Hoy se habla del ORDEN SOCIAL “¿Éste orden es solo la tranquilidad en las calles, puentes o rutas?.¿Ese orden es la hegemonía de un gobierno?. En verdad debemos abogar por un orden equilibrado y armónico. Que cada ciudadano tenga una vida justa y libre. El principio superior es la justicia, si hay JUSTICIA HAY VERDAD, entonces hay ORDEN JUSTO.
Para lograr un orden justo, cada uno de nosotros debemos entregarnos al bien colectivo. Quizá resulte incómodo, pensar siquiera, el tener que renunciar a algo, para beneficiar a otro. Pero esto es así, si no respetamos la grandeza humana, estamos perdidos.
Es entendible que a consecuencia de la desconfianza generada por las malas acciones de algunos integrantes de los Partidos Políticos, condujeron a la sociedad a un clima reticente. Por lo cual muchos argentinos prefieren la soledad, el aislamiento a la participación democrática en alguno de los partidos. En la medida que no nos comprometamos a ejercer ciudadanía , la posibilidad de que se instale un NUEVO ORDEN JUSTO, se posterga en el tiempo. Es necesario el compromiso, el control ciudadano, es parte del ORDEN JUSTO. Este debe abarcar a todos para establecer un equilibrio entre gobernantes y gobernados.
Berta Nuñez
Publicado en La Antorcha , Setiembre 2006
“Ese ORDEN SUPERIOR es una NACIÓN EN PAZ consigo misma y con su destino, cada uno tendrá su parte de trabajo y de descanso, el obrero podrá trabajar sin amarguras ni envidia, el artista podrá crear sin atormentarse por la desdicha del hombre. Cada uno podrá meditar, en el silencio de su intimidad sobre su propia condición”
Alberth Camus
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