Se inicia un nuevo período del gobierno, después de una elección llevada a cabo con una ingeniería electoral perversamente diseñada, con el fin de mantener el “poder” (visto éste desde una necesidad de dominio, sometimiento y manejo indiscriminado de los dineros de todos los argentinos). En un País que necesita un nuevo paradigma, para romper con las conocidas prácticas antidemocráticas.
Por sobre todas las cosas se debe preservar la libertad de los ciudadanos; cuando un sujeto es condicionado materialmente o psicológicamente para emitir su voto, se rompe con el principio supremo que implica una elección, democrática, transparente, en un marco de respeto entre todos.
Seguramente hubo muchos votos no condicionados, el voto de la esperanza, el voto que espera pacientemente los cambios que dignifiquen sus vidas, que se termine con el desempleo, que se termine con el hambre, que se termine con la intriga, que tengamos una Nación de mujeres y hombres libres y en paz, que dejemos de ser un País de excluidos.
Todo esto sería posible, si se dejase de lado el cinismo, la hipocresía, la mentira y por ende la corrupción.
Berta Nuñez
Nota publicada en La Antorcha, Diciembre 2007
Por sobre todas las cosas se debe preservar la libertad de los ciudadanos; cuando un sujeto es condicionado materialmente o psicológicamente para emitir su voto, se rompe con el principio supremo que implica una elección, democrática, transparente, en un marco de respeto entre todos.
Seguramente hubo muchos votos no condicionados, el voto de la esperanza, el voto que espera pacientemente los cambios que dignifiquen sus vidas, que se termine con el desempleo, que se termine con el hambre, que se termine con la intriga, que tengamos una Nación de mujeres y hombres libres y en paz, que dejemos de ser un País de excluidos.
Todo esto sería posible, si se dejase de lado el cinismo, la hipocresía, la mentira y por ende la corrupción.
Berta Nuñez
Nota publicada en La Antorcha, Diciembre 2007
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