“¡Aunque no piense como tu, daría mi vida para que puedas expresar lo que piensas!” (Jhon Stuart Mills)
¡Cuánta grandeza! ¡Cuánta sabiduría!
A diferencia de lo que hoy vivimos claramente una disociación entre la palabra y la acción.
La Presidenta, habla de Paz y tiene a su lado a Delía, Pérsico y Moyano (fuerzas de choque del gobierno).
Delía y compañía se presentan como los defensores de la democracia, con actitudes violentas antidemocráticas, el que discrimina y declara tener un “odio visceral” contra los que más tienen ( que no piensen como él, por supuesto).
Lo peor es que la Presidenta los convalida, en un acto de clara provocación, compartiendo con ellos el escenario de parque norte.
La ceguera del poder nos quiere llevar a una violencia sin igual.
La resistencia debe ser noviolenta, solidaria y con amor.
Por supuesto que los reclamos no se reducen solamente al tema de las retenciones, en realidad es un grito de libertad, ante tanto atropello, un rechazo a éste modelo hegemónico populista, que nada tiene que ver con un gobierno Republicano y Federal.
Pone de rodillas a los Gobernadores, condicionándolos con la coparticipación, ¿Acaso no son estos actos de extorsión?
La redistribución del ingreso debe implementarse mediante una política de estado transparente, equilibrada y justa, luego de una seria y consensuada reforma tributaria.
No permitamos que justifiquen el atropello, timándonos, pretendiendo hacer creer que es para ayudar a los que menos tienen, es para tener (visto esto desde su lógica de poder) “Un Poder Indiscutible”, “Poder económico”, utilizado como herramienta de sometimiento y dominación.
Berta Nuñez
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